viernes, 12 de junio de 2009

Dos Películas y un Libro.

"Lolita" (1955), de Vladimir Nabokov (1899-1977) debe ser uno de mis libros favoritos de la vida. Nunca he leído ni he vuelto a leer un libro tan bien escrito como es éste - o al menos eso creo. No fue fácil leerlo tampoco, tenía 15 años y más allá del vocabulario: la cosa es densa y a ratos pudo llegar a ser tediosa. Pero amé sentir un poco ese tedio, que te atrapa y te consume al igual que los protagonistas endemoniados. Y el desenlace, la narración, la introducción, los personajes... todo: espectacular.

Dos veces la han llevado al cine, como muchos sabrán, y quería reflexionar un poco sobre eso: las adaptaciones y el sentimiento de que el libro favorito jamás podrá ser llevado tan bien al cine.

El año 1962, Stanley Kubrick hizo de las suyas con el material polémico, contando en blanco y negro la historia de la relación entre Humbert Humbert y la chica del título: Dolores Haze. Jugando con un oscuro y tragicómico humor negro la llevó a ser la versión más recordada de las adaptaciones, con una gran actuación de Shelly Winters, como la madre de la adolescente nínfula en cuestión. Ví la película hace años, siendo ella quien le da el toque perfecto al tono de Kubrick, y lejos lo que mejor recuerdo de esta versión.

Antes de la adaptación del párrafo anterior, me tocó ver la dirigida por Adrian Lynne el año 1997. En todo caso me había leído el libro el verano anterior, si no me equivoco. Le da un gancho más comercial erótico a la película, y es bastante plana. La disfruté de todos modos, me había colado al cine Pedro de Valdivia y era interesante ver a mis queridos y trágicos personajes en la gran pantalla. Pero no fue más que eso.

¿Por qué no estoy contento con las versiones? No es que no lo esté, no están del todo mal, sólo que siempre he sentido que los libros tienen que tener una exclusividad para ser mejor disfrutados. Exclusividad que se basa en que el uso de sus recursos lo hace inreproducible en otro material, nunca siendo tan bueno como el original en otro medio: cine, teatro, etc. Es una idea mía, no lo sé. Lo único que sé es que probablemente la hagan de nuevo, y que nunca quedaré del todo feliz con las adaptaciones: sólo me gusta la versión que leí y se plasmó en mi mente quinceañera y que jamás he vuelto a leer. A ver si el próximo verano visito a Dolores de nuevo.

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