miércoles, 10 de junio de 2009

Polanski y Yo.

La fotografía que ven de Roman Polanski es bastante antigua, pero la tengo aquí porque últimamente me he estado enfocando en su "trilogía de departamentos", que ocurren en los sesenta y setenta: gran época para la industria del cine.
He estado viendo "El Inquilino", del mismo director, parte de la trilogía, y aún no la termino. Sé que no es bueno dar opiniones sin haber terminado una película, pero habiendo visto "El Bebé de Rosemary" y "Repulsión" (las otras de la llamada trilogía) pareciera ser la más débil, salvo si en los 40 minutos que me quedan todo calzara perfectamente. Quién sabe, estamos ante un director que sabe sorprender.
Ver la trilogía como parte del trabajo de investigación previo a la filmación del corto ha sido provechoso como entretenido. Luego de terminar de ver esta película, veré una de mis favoritas: El Bebé de Rosemary. Pero las veo con otro ojo, desde lo técnico y desde los aspectos del guión, de cómo se construyen los personajes, los diálogos y las situaciones.
Todos queremos meter goles apenas entramos al estadio, pero para eso hay que estudiar, y en mi caso - como por el momento los estudios de Derecho no lo permiten - el estudio autodidacta ha sido una experiencia bien particular. He visto muchas películas para tratar de entender lo que hay detrás de la mente de quien escribe, y sobre todas las cosas comprender cuándo uno debe permitirse salirse de toda esa estructura académica que suelen reprocharle a uno cuando no escribe acorde a un orden establecido.
Así, si "El Inquilino" rompe la estructura clásica y es solo jugo, o si la rompe para bien, Polanski y yo tendríamos más en común, además de tener gustos por vampiros, cosas ocultas y sobre todo departamentos.

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